Durante la sesión celebrada este jueves, la Convención Reformadora de la Constitución de Santa Fe resolvió rechazar la impugnación presentada contra la convencional electa Alejandra “Locomotora” Oliveras, quien permanece internada en estado crítico tras haber sufrido un accidente cerebrovascular isquémico el pasado 14 de julio.
La votación confirmó el dictamen de mayoría aprobado a comienzos de semana por la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, que recomendaba desestimar el planteo promovido por la convencional de Somos Vida, Amalia Granata.
El cuestionamiento apuntaba al cumplimiento del requisito legal que exige dos años de residencia mínima en la provincia para postularse como convencional constituyente. Según el bloque impulsor del pedido, Oliveras habría fijado su domicilio en Santo Tomé recién durante 2025.
En respuesta, el apoderado del espacio Frente de la Esperanza, Ariel Sclafani, defendió la postulación y recordó que la ex boxeadora ya había participado como candidata en elecciones anteriores en territorio santafesino sin que se hubieran presentado objeciones. El dictamen de mayoría fue respaldado por el pleno, dejando sin efecto la impugnación.
Mientras tanto, la situación de la banca sigue abierta. Oliveras no pudo prestar juramento ni asistir a ninguna de las sesiones desde la apertura de la Convención, debido a su estado de salud. Según establece el reglamento interno, un convencional puede ausentarse hasta tres sesiones antes de que se habilite el ingreso de su reemplazante. Hasta el momento se celebraron dos. La discusión sobre si se concede un nuevo plazo o se habilita el ingreso de la suplente, Verónica Colombo, quedó postergada.
Desde el entorno de Oliveras, el deseo es claro. En palabras de la presidenta de la comisión, Beatriz Brouwer, “todavía no debe ser reemplazada”, y agregó: “Queremos que realmente se recupere. Estamos todos rezando para que la Locomotora pueda venir y plantear con su propia voz y defender su título como lo hizo siempre”.
El 14 de julio, mismo día en que debía asumir su cargo, Oliveras fue trasladada de urgencia al Hospital José María Cullen, en la ciudad de Santa Fe, tras haber presentado un cuadro de desorientación y pérdida de movilidad en el lado izquierdo del cuerpo. La paciente había sido atendida inicialmente en un centro de salud de Santo Tomé, desde donde fue derivada al hospital de mayor complejidad. Los estudios confirmaron un ACV isquémico provocado por la obstrucción de una arteria cerebral.
El director del nosocomio, Bruno Moroni, informó que Oliveras permanece en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI), bajo asistencia respiratoria mecánica y con pronóstico reservado. “Se encuentra estable hemodinámicamente, en asistencia mecánica respiratoria y sin cambios neurológicos respecto a los días previos”, señaló el médico en el parte difundido este jueves.
A los tres días del ingreso, los profesionales detectaron un edema cerebral que obligó a realizar una craneotomía descompresiva el 16 de julio. Durante esa intervención, se buscó “generar espacio y liberar presión que comprometía otras áreas del cerebro”, explicó Moroni. El procedimiento tuvo buena respuesta inicial, aunque la paciente continúa con parálisis en el lado izquierdo y no presenta mejoras neurológicas significativas.
El médico precisó que la situación clínica “es muy dinámica” y que el nivel de sedación se ajusta de acuerdo a las respuestas que va presentando. De acuerdo con el equipo médico, “el pronóstico sigue siendo reservado” y se mantiene una vigilancia permanente.
Desde el entorno familiar, su hermano Jesús Oliveras declaró a la prensa: “Nosotros como familia estamos shockeados… Mi hermana es la persona más sana que conozco”. Según su relato, antes de ser operada, Alejandra logró preguntar por su estado de salud. Además, contó que los médicos les advirtieron que debían “esperar 10 días, hora por hora”, para evaluar posibles mejoras.
El episodio cerebrovascular habría ocurrido mientras Oliveras dormía, lo que demoró la atención médica dentro de la llamada “ventana terapéutica”, clave para el tratamiento del ACV. “Cuando despierta, ella ya estaba con un déficit motor del lado izquierdo”, sostuvo el profesional, quien detalló que al llegar al Hospital Cullen ya presentaba un infarto frontal. En esas condiciones, explicó, no era posible realizar una angioplastía sin correr riesgos severos de hemorragia.
Desde el espacio Frente de la Esperanza, al que pertenece Oliveras, manifestaron su preocupación y tristeza por el cuadro. La presencia de la exboxeadora en la Convención era considerada clave dentro de un bloque de tres convencionales, en el marco del proceso de reforma constitucional impulsado por el gobernador Maximiliano Pullaro.
El hospital restringe las visitas a personas autorizadas, y su madre y una de sus hijas la acompañan diariamente. Mientras tanto, en redes sociales y medios locales, allegados y referentes políticos del espacio piden respeto y prudencia ante el estado de salud de la convencional.