
(Desde Alemania) Philipp Lahm es uno de los grandes símbolos de la era moderna del fútbol europeo y, principalmente, de la disciplina en Alemania. El polivalente jugador lleva casi una década alejado de la práctica profesional, pero continúa en funciones como uno de los principales embajadores de la Bundesliga.
A los 41 años, Lahm además fue parte de una de las historias más singulares de los Mundiales cuando Alemania goleó 7-1 a Brasil en la Copa del Mundo del 2014 que organizó ese país. Aquella historia será parte de las leyendas de este deporte y el hombre que terminó alzando aquel trofeo en el Estadio Maracaná tras vencer 1-0 a Argentina en la final decidió contar algunas sensaciones de ese mítico día.
En una ronda de prensa con periodistas de habla hispana, Philipp se mostró risueño ensayando un “perdón” entre risas cuando un cronista de origen brasileño le pidió algún detalle nunca revelado sucedido aquel 8 de julio del 2014 en Belo Horizonte.
“Se sintió la decepción en el estadio. Perder una semifinal en casa, eso es muy fuerte. Nosotros también lo vivimos eso en el 2006 contra Italia. Lo que me impresionó más fue el hecho de que nosotros tratamos con respeto al rival y eso también caló hondo en el público brasileño. Yo creo que con eso ganamos muchos amigos. Creo que es una de las cosas que todavía tengo en mente”, repasó, remarcando que el resultado final fue también una muestra de respeto de los jugadores alemanes. “Ya en el descanso era 5-0 y hablamos de que queríamos seguir con ese ritmo. No en el plan de humillar al rival, ni mucho menos, sino para mostrarles que éramos superiores”, agregó.

En el marco de la previa del clásico que días atrás terminó con un atractivo triunfo del Bayern Múnich 2-1 sobre Borussia Dortmund en el Allianz Arena, Lahm atendió al grupo de periodistas de habla hispana y se refirió también al Mundial que el próximo año se jugará entre Estados Unidos, Canadá y México.
“Mi equipo favorito es Alemania, pero el favorito para ganar el Mundial no lo sé”, dijo entre risas antes de poner sobre la mesa a algunos de los potenciales candidatos: “Inglaterra fue el primer equipo que se clasificó en Europa, pero España también tiene un gran equipo y ganó la Eurocopa. Argentina también se clasificó primera en Conmebol. Brasil quizá flaquea un poco, ¿no? Quizá no sea tan convincente, pero aún faltan nueves meses y pueden cambiar muchas cosas. La suerte también es importante“.
La Bundesliga hoy tiene como referencia en Sudamérica a un Luis Díaz que está brillando con la camiseta del Bayern Múnich –y que intentará seguir brillando este sábado cuando reciban al Bayer Leverkusen desde las 14.30 (horario de Argentina)–. Frente a eso, Lahm elogió las aptitudes del colombiano y lo comparó con otro de los cafeteros que dejó un grato recuerdo en Múnich.
“(Luis Díaz) Es un grandísimo jugador. Ya lo demostró en el Liverpool. Lo que me gusta, sobre todo, es su mentalidad. También el aspecto en su tarea defensiva, defiende bastante bien. También me sorprendió su rápida integración en Alemania. James Rodríguez es un ’10′ excelente, muy creativo. Un zurdo buenísimo. La diferencia con Luis Díaz es que tiene ese olfato goleador y que defiende bastante bien. Me encanta que vengan al Bayern jugadores de diferentes países. Esa diversidad es importante para la Bundesliga», analizó.

Con 21 títulos en 22 años vestido con la casaca del Bayern Múnich y la cinta de capitán en el último título mundial de la selección alemana, Lahm también es uno de los referentes más trascendentales de la historia moderna y su accionar ante los grupos siempre fue uno de sus activos: «El liderazgo es muy importante. Hay varios estilos de liderazgo. Es muy importante, sobre todo en los equipos grandes. Siempre hay grandes metas: ganar la Liga, la Champions, la Copa… Al final, lo importante es también que en un grupo, y quizás es un aspecto interesante, hay gente decepcionada. El hecho de gestionar el grupo, el espíritu de equipo, eso también es muy importante“.
En otro de los tramos de la charla con los cronistas, el ex defensor recordó la influencia que tuvo Guardiola en el fútbol alemán: “Pep llegó después de que nosotros ganáramos el triplete (Bayern Múnich). Vino y cambió nuestra mentalidad y nuestra forma de jugar. Puso mucho énfasis en la posesión de balón y en el posicionamiento de varios jugadores. Eso me impresionó muchísimo”.



