
La reaparición de Alejandro Gómez en el fútbol profesional se convirtió en una realidad tras cumplir la sanción de dos años por dopaje que le impidió competir desde 2022. El mediapunta argentino, de 37 años, quien fue campeón del mundo con Argentina en el Mundial de Qatar y defendió los colores de clubes como Sevilla y Atalanta, se encuentra listo para regresar a la actividad oficial. Sin embargo, todavía quedan muchas cosas en la nebulosa respecto a su relación con sus compañeros de selección nacional y el caso de doping.
El pasado 20 de octubre marcó el final de la suspensión que le impuso la FIFA en 2023, luego de que en octubre de 2022 diera positivo en un control antidopaje por terbutalina, una sustancia prohibida sin la debida autorización médica. La Agencia Española Antidopaje fue la encargada de dictar la sanción, que posteriormente fue ratificada por el máximo organismo del fútbol mundial. La inhabilitación se extendió durante dos años, periodo que el propio Gómez aceptó, aunque manifestó que le parecía desproporcionado.
El Papu firmó un contrato con el Padova, equipo de la Serie B italiana, con vigencia hasta 2027. El miércoles pasado, el futbolista participó en un acto de presentación con su nuevo club y quedó habilitado para enfrentar a la Juve Stabia. Su último partido oficial había sido el 8 de octubre de 2023, en la victoria del Monza 3-0 ante Salernitana.
¿Cómo fue la cronología de la misteriosa eyección del Papu Gómez de la selección argentina y el fútbol?

Gómez fue titular en el debut ante Arabia Saudita en el Mundial de Qatar (derrota 2-1), luego permaneció en el banco en los triunfos ante México y Polonia, mientras que reapareció en el once frente a Australia por los octavos de final, encuentro que no solamente simbolizó su último encuentro en la Copa del Mundo sino también el último con la camiseta celeste y blanca. El Papu, fiel ladero de la mesa chica integrada por Lionel Messi, Rodrigo De Paul, Ángel Di María, Nicolás Otamendi y Leandro Paredes, dejó de aparecer lentamente entre los flashes principales y con los compañeros mencionados. Inclusive no fue tan efusivo como se lo esperaba en medio de los festejos, como así tampoco tan cercano con ciertos líderes del plantel que se convirtió en campeón mundial.
En febrero de 2023, los médicos del Sevilla le indicaron que debía operarse del tobillo izquierdo por una lesión que había arrastrado desde antes del Mundial y que lo había llevado a estar fuera de la consideración de Lionel Scaloni en un par de ocasiones. “Di todo por ganar la Copa del Mundo y hoy mi tobillo lo está pagando”, fue el mensaje que posteó en las redes sociales junto a una imagen de su articulación completamente inflamada y dañada.
Gómez había llegado a disputar apenas 20 minutos con el equipo andaluz hasta pasar por el quirófano, intervención que le costó estar presente en los primeros amistosos que la Selección disputó en marzo para celebrar la tercera estrella. “Es una lástima su ausencia porque merecía estar acá. Es entendible que su club no lo deje venir porque tenía una lesión”, declaró públicamente el entrenador.
Al unísono, Rodrigo De Paul lamentó su ausencia a la distancia: “Que Ale no esté es un golpe porque es parte del grupo. Estuvo en la Copa América, estuvo en la Finalissima, fue parte importante en la Copa del Mundo. Pero bueno, Sevilla no lo dejó venir”. A pesar de la frase pública, algo parecía haberse quebrado, ya que el propio Papu había compartido en redes sociales la imagen del Dibu Martínez que se había tatuado y no recibió likes ni comentarios de casi ninguno de sus compañeros. De hecho, justo antes de la gira, Gómez compartió un comunicado en Instagram lamentando no poder estar con el grupo y solamente fue bendecido por el propio Emi Martínez.
En el mes de abril, el Papu volvió oficialmente a las canchas en un partido por Europa League ante Manchester United y fue mechando cotejos entre la liga española y la competencia continental que los sevillanos finalmente se adjudicaron en la final ante la Roma. Su esposa, a través de las redes, publicó un mensaje que dejó mucha tela para cortar al momento de celebrar la conquista de la Europa League: “Tu energía positiva es envidia de muchos. No hay mejor satisfacción que apoyar la cabeza en la almohada y dormir tranquilo”.
Aunque volvió a ser protagonista en su equipo, Scaloni lo dejó afuera de una gira por Asia. Así fue que mientras Argentina jugaba amistosos en ese continente con la mayoría de los campeones mundiales, Alejandro Gómez apareció en La Pampa para ser agasajado. El que desactivó los rumores de una enemistad del grupo para con Gómez fue Leandro Paredes, quien a través de una entrevista, expresó: “Son rumores que se dijeron en internet y no sé por qué, pero no, no pasa nada. Es algo que salió y no sabemos el por qué. Se habla mucho, pero nosotros no le damos bola porque sabemos cómo es la prensa, que cuando las cosas van muy bien algo tiene que hablar para movilizar ese bienestar. Entonces tratamos de no escuchar y seguir en la nuestra”.
Las siguientes semanas fueron convulsionadas para el nacido en Arsenal de Sarandí. De la rescisión del Sevilla y los rumores de un posible retiro a firmar en el Monza de Italia, jugar dos encuentros oficiales y quedar suspendido por doping positivo. La entidad italiana, que lo había fichado hacía pocas semanas, confirmó a través de un comunicado tras la notificación de la FIFA: “La sentencia prevé una inhabilitación para la práctica deportiva durante dos años”.
Justo antes de los trascendentales partidos ante Uruguay y Brasil por Eliminatorias, Scaloni expresó en conferencia que había dialogado con el Papu: “Hablé con él. Está jodido por lo que le está pasando. Va a apelar, a ver si se le reduce la sanción. A nosotros nos dio un montón y estamos muy agradecidos”. Antes de presentar su apelación, que fue rechazada, el futbolista que estaba con la sanción en suspenso aseguró que había ingerido un jarabe para la tos que tomaban sus hijos porque tenía dolor de garganta. El caso, descripto como una “negligencia grave” por parte del jugador argentino, terminó con el rechazo de la apelación, la confirmación de la sentencia de dos años sin jugar partidos oficiales y la decepción completa del campeón mundial: “Esto me desilusiona mucho”.
Sin mayores acercamientos a sus ex compañeros de Selección, al menos en las redes, Gómez felicitó al equipo por la obtención de la Copa América en Estados Unidos 2024: “Felicitaciones jugadores, cuerpo técnico, staff médico, dirigentes”, fue el protocolar saludo en Instagram acompañado por una imagen del plantel con el trofeo. A principios de 2025, fue invitado a un evento en Arabia Saudita donde despuntó el vicio por el fútbol en una exhibición con otras grandes figuras del deporte. “Pasé de ser campeón del mundo a que no me llame nadie, desaparecer del medio o no jugar más. Hay que saber convivir con eso”, fue su confesión. Durante el primer año de suspensión, Gómez quedó imposibilitado de entrenar con el resto del plantel y hasta de realizar el curso de técnico.
“El fútbol había muerto”, confesó hace un mes el Papu, que también admitió que le costaba ver fútbol en los primeros meses fuera de las canchas y que se preguntó en más de una ocasión por qué le había tocado a él atravesar este mal trago justo en el momento top de su carrera.
A dos años de su suspensión, cerca de cumplir 38 años y en vísperas de la primera Copa del Mundo que mirará desde afuera desde su consagración en Qatar 2022, Alejandro Gómez volverá a jugar un partido oficial en la segunda división del fútbol italiano y se ilusiona con relanzar su carrera en el epílogo de la misma: “Ahora me visualizo volviendo a entrar a la cancha. El momento ese, porque para mí va a ser como volver a debutar en Primera».



