Gestión del tiempo, más intervención del VAR y nuevas tecnologías: los cambios que se vienen en el fútbol para 2026

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Entre otras cosas se podría decidir ampliar la utilización del VAR

El fútbol internacional ya no solo transita el presente competitivo: empieza a pensar activamente en 2026. Un año que no será decisivo únicamente por la próxima Copa del Mundo, sino también por las definiciones reglamentarias que se están gestando en el seno del International Football Association Board (IFAB), el organismo responsable de las Reglas de Juego, con participación directa de FIFA.

En un contexto de fútbol cada vez más veloz, mediatizado y exigente, IFAB trabaja sobre un punto central: cómo mejorar la aplicación de las reglas sin alterar la esencia del juego.

Reuniones IFAB ya previstas para 2026

IFAB tiene definidas dos instancias fundamentales que marcarán el pulso reglamentario del año. La primera es la Annual Business Meeting, que se llevará a cabo en Londres en enero de 2026.

Será una reunión de carácter técnico y estratégico. Allí se analizarán los ensayos realizados, se debatirán ajustes posibles y se ordenarán las propuestas que llegarán a votación. No se vota aún, pero se define el rumbo.

El segundo encuentro -Annual General Meeting (AGM)- tendrá como escenario Gales, en el mes de febrero. Se trata de la asamblea formal, en la que se aprueban o descartan los cambios reglamentarios que podrán incorporarse oficialmente a las Reglas de Juego en los ciclos siguientes.

Ambos encuentros serán claves para determinar qué modificaciones pueden impactar en el tramo final de preparación rumbo al Mundial 2026.

Buscarán reafirmar el principio de que solo el capitán dialogue con el árbitro en determinadas situaciones. En la imagen, Leandro Paredes discute con Nicolás Ramírez durante el último Superclásico (Foto REUTERS/Agustín Marcarian)

Gestión del tiempo y ritmo de juego

Luego de aprobarse el límite de 8 segundos para que el arquero retenga el balón con las manos, IFAB continúa profundizando el debate sobre el tiempo efectivo de juego. El análisis incluye un mayor control visible del tiempo, señales más claras del árbitro para evitar discusiones y sanciones más simples y comprensibles para jugadores y público.

Un ejemplo concreto es el caso de un arquero que demora sistemáticamente en cada reposición, afectando no solo el ritmo del partido, sino también la credibilidad del arbitraje. El nuevo enfoque busca que la sanción sea clara, rápida y pedagógica, sin generar conflictos innecesarios ni interrupciones prolongadas. Al respecto, el objetivo es jugar más y discutir menos.

Comunicación y disciplina: el rol del capitán

Otro eje fuerte es la consolidación del principio de que solo el capitán dialogue con el árbitro en determinadas situaciones. La intención apunta a ordenar la comunicación, evitar rodeos y protestas colectivas y reforzar la autoridad arbitral sin recurrir a sanciones constantes.

Un ejemplo de esto es el siguiente: tras una decisión VAR o una falta discutida, en lugar de cinco jugadores reclamando, el árbitro se canaliza el diálogo con un solo interlocutor. Menos tensión, más claridad y mayor control del escenario emocional.

No se trata de limitar el juego, sino de ordenar el vínculo arbitral–jugadores.

Una imagen de la cámara corporal de un árbitro (Tomado de X/@DAZNFootball)

Posible expansión del protocolo VAR

Uno de los debates más sensibles sigue siendo el VAR. En particular, se analizará: la posibilidad de intervenir en segundas tarjetas amarillas, la estandarización de criterios entre competiciones, el impacto real en la fluidez del partido.

Debe tenerse en cuenta, que una segunda amarilla mal aplicada puede definir un partido. IFAB estudia si ese tipo de error justifica una intervención tecnológica, sin convertir al VAR en un árbitro permanente del juego.

No hay consenso aún, pero el tema seguirá en agenda durante todo 2026.

Transparencia en las decisiones

Continúan los ensayos para que el árbitro comunique públicamente las decisiones VAR, especialmente en grandes competiciones. Esto permitiría que el público entienda el porqué de una decisión, reducir sospechas o interpretaciones erróneas, y aportar pedagogía al espectáculo.

Esto ya se puso en práctica, incluso en el fútbol argentino. Se pudo ver, por ejemplo, que tras una revisión por mano o fuera de juego, el árbitro explica brevemente la decisión por altoparlante. No cambia el fallo, pero cambia la percepción.

Tecnología aplicada al arbitraje

IFAB y FIFA siguen evaluando el uso de cámaras corporales en árbitros (ref cam), herramientas para análisis formativo y material educativo para árbitros e instructores.

Por ahora, el foco está puesto en la capacitación y el aprendizaje, no en el control disciplinario ni en la exposición mediática del árbitro.

El VAR podría tener mayor protagonismo (Foto EFE/EPA/ALESSIO MARINI)

Mirada arbitral

Desde una perspectiva arbitral, las discusiones actuales no buscan reinventar las Reglas de Juego, sino optimizar su aplicación, mejorar el control del juego, fortalecer la autoridad legítima del árbitro y acompañar la evolución del fútbol moderno.

El verdadero desafío será sostener el equilibrio entre tecnología y criterio, intervención y fluidez, y control y credibilidad.

El camino hacia 2026 no se define solo en la cancha

También se construye en las mesas de IFAB, donde cada ajuste reglamentario busca responder a una pregunta central: cómo proteger el juego sin perder su esencia.

Las decisiones que se adopten en las reuniones de 2026 no solo influirán en el próximo Mundial, sino que marcarán el modelo de arbitraje que se proyecta para los próximos años.

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