El Atlético de Madrid vivió una noche histórica al vencer por 5-2 al Real Madrid en el estadio Metropolitano, resultado que marcó la mayor diferencia de goles para los rojiblancos en un derbi madrileño en los últimos 75 años. Este triunfo mantuvo la atención no solo en el marcador, sino en la reacción emotiva de Diego Simeone, entrenador del equipo local, quien no pudo evitar romper en llanto tras el cuarto gol de su equipo. En la repetición las cámaras tomaron el momento en el que Simeone se llevó las manos al rostro para cubrir las lágrimas, mientras sonreía ante la ovación y el apoyo del público, una escena que reflejó la tensión superada tras un inicio de temporada con resultados irregulares.
“Hay muchas emociones dentro del cuerpo”, expresó el técnico argentino en la conferencia de prensa posterior al encuentro y agregó: “Empezó la temporada complicada y hay mucho esfuerzo de mucha gente que no se ve y está siendo maravilloso”. El desahogo de Simeone fue particularmente visible tras el cuarto tanto, obra de Julián Álvarez mediante un tiro libre ejecutado con precisión, lo que generó un estallido entre los aficionados presentes en el recinto madrileño.
La victoria tuvo un significado especial para el vestuario del Atlético de Madrid. El capitán Koke Resurrección hizo referencia al episodio de emoción y puso en palabras el sentir del grupo respecto al vínculo con el entrenador: “Al final todos tenemos mucha responsabilidad y el foco siempre está en el entrenador. No solo en el nuestro, en todos”, afirmó el mediocampista. “Sabíamos como veníamos de nuestro inicio de temporada y era un partido muy importante, sobre todo por el rival que teníamos enfrente. Le hemos recortado tres puntos importantes y él (Simeone) lleva muchos años con esa intensidad, esas ganas e ilusión. Lo ha expresado así hoy y me encanta ver así a mi entrenador que lo da todo. Me parece espectacular”, sentenció en diálogo con DAZN.
El inicio de campaña para los rojiblancos había activado focos de alarma entre la afición y la directiva, ya que el equipo acumuló resultados por debajo de sus expectativas. Críticas hacia el enfoque táctico y la gestión del vestuario pusieron presión adicional sobre la continuidad de Simeone al mando. A pesar de ese entorno, el desenlace ante el Real Madrid alivió el ambiente interno y renovó la confianza de la afición en el proyecto liderado por el técnico argentino.
Durante la rueda de prensa, Simeone también se refirió de manera destacada a Julián Álvarez, principal protagonista de la noche al anotar dos goles. “Julián está comprometido con el equipo, con el club y es muy bueno. Tiene unas condiciones y trabaja mucho, no solo te da en el juego ofensivo, te da trabajo y compromiso con el equipo para tener una dinámica buena. Lo necesitamos, tenemos que cuidarlo y ojalá que pueda estar muchos años en el club. Le tenemos que dar herramientas para que haga goles. El equipo le ayuda y él está muy bien”, declaró el entrenador argentino.
Simeone comparó el talento de Álvarez en el balón parado con el de jugadores históricos del club, subrayando: “Es un jugador extraordinario. No sé cómo lo hace para patear esos tiros libres. Me ha recordado un poco a Pantic. Es un futbolista del que yo lo que le valoro más es la humildad que tiene. Para correr, trabajar, hacerlo como campeón del mundo, estar en el Atleti y correr».
La victoria sobre el Real Madrid supuso un alivio tangible para la estructura deportiva del Atlético de Madrid, especialmente por la repercusión mediática y el valor anímico que tiene superar al máximo rival con una diferencia tan amplia. La ceremonia posterior al partido también evidenció el peso del triunfo. Simeone saltó al campo al finalizar el encuentro y recorrió los distintos sectores del estadio para agradecer el apoyo de los aficionados a los futbolistas.